La intolerancia e ignorancia de la iglesia en la lucha contra el SIDA

Soy profesor de un colegio, les contaré que el día 2 de diciembre varias escuelas participamos  en un concurso de periódicos murales, el cual se iba a premiar al mejor periódico mural cuyo tema principal era la lucha contra el VIH-SIDA y la prevención de las enfermedades venéreas.

Cuando llegó el día del concurso, todo iba bien, el punto es que todos los colegios colocamos nuestros periódicos murales en las rejas de una iglesia sin obstaculizar la entrada. Mientras esperábamos a que se iniciara el concurso, de una forma inesperada apareció un sacerdote muy iracundo, déspota, y malcriado; nos echó a todos del frontis de la iglesia, tal bochornoso incidente también afectó a los organizadores del concurso, el ministerio de salud, quienes tuvieron que mover sus mobiliarios hacia un costado de la iglesia donde ya era lugar público.

Todos nos quedamos sorprendidos por la actitud agresiva de este sacerdote que nos echó aduciendo que la iglesia no apoyaba ese tipo de campañas sucias. Se supone que los hombres que dicen ser ministros de Jesús, deben ser las personas más tratables y afables del mundo, pero ya ven, el hábito no hace al monje.

Esta visto la intolerancia que tiene la iglesia católica y demás religiones con respecto a la lucha  contra las enfermedades venéreas, entre ellas el VIH que se multiplica por la poca conciencia que se tiene por parte sobre todo de los jóvenes y de las personas que son promiscuas.

Las religiones siempre han estado en contra de los métodos anticonceptivos como el uso de condón, porque aducen que nadie, ningún método puede evitar el nacimiento de un nuevo ser, atentaría contra la vida, según ellos. Y como única solución, defienden y quieren imponer la abstinencia sexual como único método preventivo para los embarazos precoces y las enfermedades venéreas.

Tal idea es tan absurda como arcaica, pretender imponer una idea de la cual ni siquiera los mismos sacerdotes lo cumplen. Pregúntense,  en el pasado ¿Cuántas monjas o hermanas abortaban y enterraban los fetos dentro o afueras de las iglesias? Y ¿Cuántas los siguen haciendo ahora?

Todos los hombres y mujeres tienen derecho de cuidarse de los embarazos no deseados, del VIH y las ITS. Tenemos la plena libertad de elegir sin que nadie nos imponga cualquier método anticonceptivo, de acuerdo a nuestras necesidades, incluso si alguien prefiere la abstinencia, igual es su derecho.

La diferencia es que, el estado ofrece el derecho a la libre elección de usar el método que deseen, como promotor debe velar por la salud de la nación, el estado orienta, asesora, apoya y ayuda a las personas de cómo pueden protegerse mejor.

En cambio, las religiones como la católica y evangélica, no orientan, no asesoran, no apoyan y menos ayudan, ellos quieren imponer la abstinencia a la sociedad, bajo falsos argumentos moralistas, pero vemos en la práctica que el 98 % de la población sexualmente activa, no la prefiere.

Dejemos que la población elija la forma de cómo prevenir. Los médicos, psicólogos y los que somos profesores, incluso los que somos ateos bien o los que profesan una religión, deben desligarse de cualquier prejuicio ideológico y enseñar a nuestros alumnos y al pueblo a cuidarse, de usar el condón como el método más seguro y al alcance de todos.

Nosotros nos peleamos por tontas ideologías y falsos mitos, mientras que el VIH y las ITS no les importan a quien atacar, y van sumando más victimas mientras falsos moralistas atacan a los que queremos combatir con firmeza el VIH-SIDA.