lunes, 27 de febrero de 2012

Mírame

Paso delante de ti
y como si tuviera yo
el cuerpo hecho de vidrio
o un ente invisible,
no me se robar
la atención de tus ojos.
Me muestro siempre caballero
y le enseño a mis palabras
no faltar a la elegancia,
y aún no consigo
el centro de tu mirar.

En cambio, yo te miro
tus adentros y tu contorno,
con admiración y sin hipocresía
observo lo que haces
y lo que no a escondidas,
solo para contemplarte,
mas no por malicia.
Sé que peco en ser tu espía,
violar tu mundo privado
no me hace agrado,
pero no niego que anhelo
formar parte de tu espacio,
solo con tu venia y no la mía.

Me gusta mirarte…
No por lo que tienes sino por lo que eres.
Es lo único a lo que yo puedo aspirar,
el que te mire cerca o lejos,
es la máxima tolerancia que me puedes dar.

Si no puedo hablarte,
si no quieres hablarme,
quisiera que observes mis miradas;
cuando te miro tirito
o cuando me trabo
al tratar de conversar contigo.
Mira las ganas que tienen mis manos
por querer acariciarte.
Mira mi boca,
seca como tierra en sequía,
está esperando el húmedo de tus labios.

Mira el deseo de mi alma tímida,
de mi corazón enamorado
y de mi cuerpo tembloroso
de sentirte… toda tú…
a tiempo completo
y sin temor al rechazo.
Mírame, estoy lleno de amor
y vacío de esperanzas.

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