Cuando llegaste a mi vida,
mis ganas de vivir
volvieron a vivir,
te has vuelto mi luz
entre tanta tiniebla
que gobierna en mi sendero.
Eres la luz de un faro
de la que me guío cuando navego
en el mar de mis errores.
Eres la estrella
guiadora de mis pasos,
en el desierto de mis fracasos.
Traes la luz iluminando
mis horizontes en que guardo
mi poca esperanza.
Aquella luz la tienes
en el centro de tu virtud.
Eres mi luz cuando ciego estoy
en mi cuarto lleno de soledad.
Si te vas mi mundo es un caos
y ni el sol podrá entrar por mi ventana,
solo contigo puedo ver el azul de cielo,
y ver las estrellas del universo.
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