No digas que odias las
mentiras si esa es tu primera mentira.
No hables que te gusta la
verdad si cuando te la dicen, dices que es mentira.
No finjas que eres sencilla
si tus ojos aman la superficialidad.
Nunca digas “yo no fui”
cuando la piedra la sostienes detrás de tu espalda, eso es hipocresía.
No hables de paz si hablas
mal de quien no es igual a ti ni comparte tu forma de pensar.
No pidas justicia cuando tú
no has pagado por tus errores ni has pedido perdón a quien has ofendido y menos
has perdonado.
No hables de perfeccionismo
si no aceptas tus errores y defectos como cualquier otro.
Nunca le exijas a alguien lo
que tú eres incapaz de ofrecer.
Nunca pidas lo que por
derecho no te corresponde.
No hables de moral si tienes cuentas que rendir con los tuyos y con la sociedad.
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