Siempre te amé
desde que mi manos
aprendieron a tocar tu delicada piel,
un abrazo esperaba de ti
en el rincón mas hostil
de mi alma inconsolable.
Cuando te miro deseo olvidarte,
si no te miro me doy cuenta
que no puedo dejar de mirarte.
Cuando sucede eso debo reconocer
que sin tu amor soy un ave sin alas,
un optimista sin ganas de la vida.
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