La tierra tiene a la luna
para que sus noches
no sean tan negras.
Del alma nace un poema,
de la guitarra una canción
que nos lleva a tener
el amor en nuestras manos,
y yo… no tengo nada.
El creyente tiene iglesia donde orar,
los enamorados
el catorce de febrero para celebrar.
Y yo… no tengo nada.
El caminante tiene un destino,
el principio un fin.
La enfermedad yace en la cura,
la tristeza en la felicidad,
y yo… no tengo nada.
El jubilado vive de su pensión,
el niño de sus juguetes y de sus sueños.
El genio es grande por sus ideas,
la virtud de la moral,
y yo… no tengo nada.
La cobardía le teme al valor,
un tímido a la frustración
y yo… le temo a los dos.
No poseo oro ni valor,
Solo mis poemas
me hacen sentir que existo.
Yo… no tengo nada,
solo me queda soñarte.
Eres mi utopía, mi ilusión,
es todo lo que tengo en mi corazón.
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