Mis manos están cansadas
de escribir con llanto
las prosas y sonatas,
que de su tintero deja escapar
cada vez que en ti pienso.
Mis ojos buscan el pañuelo
que me han de secar
mil lágrimas rojas
que a su paso dejaron el año.
He sufrido tanto de amar
pero más me mata la soledad.
El saber que te tengo cerca,
el pensar que me quieres lejos…
me hace decidir
que debo amarte con los ojos,
porque mis manos
prohibidas están de tocar
el negro de tus cabellos,
y mi boca condenada ha sido
de olvidarse de tus labios.
Solo puedo amarte a distancia,
mirarte tal como un extraño.
A distancia te observo
como un sueño que solo se toca
con mis pensamientos.
Te beso de lejos
y no te das cuenta…
te mimo con mis poesías
creyendo que eres mía.
Te acaricio con mi mirada…
te amo en silencio
porque le he gritado a mi voz
para que no se atreva a decirte
lo mucho que por ti me muero.
A distancia te amaré
pues mi vida no te interesa,
bien sabes que por ti
yo me pondría en la guillotina.
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