Ayer quemé tus últimos pedazos.
Esfume para siempre
tus últimos recuerdos llenos de traición.
Te despedí por fin de este tonto amor
que una vez sentí.
Adiós, adiós a ti,
nunca más vuelvas por aquí.
Sin darme cuenta fuiste enemiga
de mi soñada felicidad.
Fuiste peor que una enfermedad sin remedio…
por eso te digo adiós.
Si un día te ame, hoy me arrepiento
de haber perdido el preciado tiempo.
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