Camino distraído
por un viejo rumbo
con dirección al mar.
Al llegar a la playa
la noche viene conmigo
enseñándome un lindo panorama,
veo el resplandor del sol agonizante
por la brisa de este
monstruo hecho de agua.
Mi mirada se clavo
de repente hacia arriba,
donde habitan un sin numero
de seres luminosos,
uno de ellos lanza
luces como fuego en su cola,
entonces se me escapó un deseo
salido de este tonto corazón,
un deseo lleno de ilusión,
no pido tanto… solo tu amor.
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