viernes, 5 de octubre de 2012

Para una amiga


En febrero te conocí
y ya te estoy queriendo.
Tus palabras en una carta
despertaron en mí las esperanzas
de tomar una mano amiga,
en esta arena movediza
de mi desdicha.
Tu imagen se me refleja
en todo el cuerpo de tu carta.
Lo que me dices, lo que me hablas;
los voy guardando en el rincón
más importante de mi alma.

Tu buena intención
me hablan más de ti
que tus propias palabras y me dicen
que eres una chica como pocas,
sincera, con la verdad en los labios.
Quisiera que no me dejes de lado,
en este mundo soy olvidado,
pero acuérdate de mí si la tristeza
te está matando.

Eres la amiga que nunca tuve
y me temo que mi amistad
se convierta en más que eso.
Eres dulce, tierna, muy atenta,
son cosas que me atraen y me alejan
porque no quiero volver a enamorarme,
y si me enamoro, tú serás la culpable
por ser tan buena y sincera. 

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