Por más que intento
no logro conseguirlo,
olvidarte de mil maneras.
Me siento en la mesa con pisco o cerveza,
con el licor quiero borrar
tu nombre de mi mente
y solo consigo mencionarte
entre copas y mi delirio.
Ayer conocí a una chica,
hoy también y mañana igual;
conoceré a mil mujeres
tiernas y más bellas que tú,
sencillas y sinceras
que despiertan mis íntimos deseos,
pero mi corazón está clavado en ti
y mi mente es un cuadro
donde se dibuja tu rostro.
No quiero perderte
ni como amiga ni enemiga,
no quiero pensarte
en mi ocio ni en mi trabajo;
pero te haces dueña de mi mente
has usurpado mi subconsciente.
No quiero amarte
y mi corazón te busca de sol a luna.
Olvidarte es lo que más deseo
pero en mí habita un miedo de perder,
no la luz de tus ojos
sino la fe en mi corazón,
mi fe en un mañana
con el color de un paisaje o una rosa,
perder la fe en la risa de la gente,
en los besos de los enamorados.
Si te pierdo a ti gano quizás la paz
a costa de mi felicidad.
No quiero pensarte, tampoco olvidarte,
ni amarte; menos dejar de soñarte.
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