Por mi barrio corre un río
de norte a sur.
Un río que me vio crecer
en sus orillas,
que me cogió jugando
en sus aguas de verano.
En sus épocas de sequía,
de muy niño yo no vacilaba
en escaparme de mi casa
con mis hermanos
para correr y correr
entre sus espesas arenas.
Al observar día a día
mi querido rio Ica,
veo cual fantasma
mi infancia y mi niñez
arraigados en él.
En sus arenas descalzo jugué,
en sus aguas verdes me bañé,
en sus tumbos como olas gigantes
me solía divertir.
Ver mi río, del sur chico,
me llena de nostalgia
y de dulces recuerdos.
El vio nacer, y crecer a mi familia
y me verá morir en ella también.
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