Mi mundo peor que mi pesadilla es,
en mis mares no hay peces ni sabe a sal,
lo que tengo son lágrimas
teñidas de sangre de un poeta fenecido.
No hay amor donde el dolor es rey
y el vacio ocupa todo mi ser.
Al despertar veo el mismo cuadro gris
tan inmutable como el hierro forjado.
Respiro por respirar, camino para llegar
donde nadie me espera ni sé que me espera.
No sé lo que me espera pero si lo que deseo,
lo que siempre anhelo es un nuevo amanecer,
que al primer rayo de luz
lo primero que vean mis ojos seas tú.
Lo que anhelo es tu calor en mi invierno,
tu consuelo en mis tiempos desdichados,
el blanco de tu sonrisa
en el cuarto negro de mi vida.
Un beso en el cine o en aquel parque
donde los enamorados se rinden a sus besos.
Lo que anhelo es tu amor
y sé que no me lo darás pese a que mis rodillas
están hinchadas de
tanto rezar.
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