lunes, 18 de junio de 2012

Te espero aquí


Me voy a la universidad
con el único deseo de verte cerca o lejos,
por una hora o un minuto;
solo me queda contemplarte
como una obra de arte.
Cuando no estás, te espero
entre mi paciencia y mi tristeza.

Soy feliz si escucho tu voz
entre risas, gritos y bromas
y más cuando me hablas;
por lo menos sé que mi nombre recuerdas.
Si no encuentro tu voz en este vacío,
te espero aquí sin escucharme a mí mismo,
porque mis oídos se hacen sordos
y no quieren escuchar otro canto
que no sean de tu voz.

Te espero envuelto en mi miedo
para que me regales tu valor,
sin ti le tengo temor al rumor de tu ausencia,
le temo a tu espalda que me habla de todo
y no me dice nada.
He sabido sufrir, llorar, amar
y más que nada esperar.

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