Me tienes atado a tu indiferencia
por unirte a alguien
sin que te merezca.
Estás prisionera de los besos,
de esos besos que no son los míos.
Besos de arena que se borran
con el suspiro de una mentira,
de allí tu indiferencia.
Besos de arena que se esparcen
con el tiempo sin saber
a quienes pertenecieron.
De allí tu indiferencia hacia mí.
Los besos que yo te he de dar
son de puro amor.
Dentro de ti mis besos son eternos,
que no olvidarías del hombre
que en verdad te amaría.
Los besos de un amor falso
se los lleva el viento
como la arena en una paraca,
aquellos besos que recibes
de alguien que no te quiere
son más falsos que el dinero
de un delincuente.
No te ciegues con aquellos besos
que son fingidos de ese
que quiere solo tu cuerpo,
sus besos son de arena
porque te atragantas sin respirar
y no puedes esperar nada de amor
como el que yo te
puedo dar.
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