He sabido hoy más que nunca
que haga lo que haga,
jamás llegaré a ser el centro de tu mirada,
me lo dicen tus ojos
cuando te miro la espalda.
Al anochecer me acuesto
en mi fría cama con la resignación
más grande que mi sueño
mas al despertar en la mañana
soy un hombre nuevo
pero con mejores ideas
para acercarme a un centímetro
a ese mundo tuyo que no conozco.
Ay de mí… hay de ti
que cansada estarás de mí,
me imagino lo hastiada
que estás de mi locura, de mi testarudez…
de mis detalles tan pequeños,
de mis poesías que solo sirven
para llorar en tu puerta.
Hay de ti… hay de mí
porque estoy tan lejos de ti,
más lejos que la tierra al sol.
No importa lo que haga,
cuanto me sacrifique.
No puedo dar un paso adelante,
me siento más lejos de alcanzar tu amor,
más distante que la religión a la ciencia.
Podré ser un magnate, un genio o un mártir;
tu amor es una hiperinflación
y yo tengo el salario de un peón,
nunca te podría comprar.
Es más fácil que el odio se enamore del amor
a que te alcance yo.
Me disfrazaría de un payaso
para hacerte reír de tus tristezas.
Me convertiría en un modelo o un mago
para regalarte un mundo mágico,
pero comprendo que tampoco eso
me hará tu suerte.
Siempre estaré más lejos de ti
que la paz a la guerra,
más lejos que el anciano de su infancia,
que los sueños de la realidad.
Amiga mía… yo puedo hacer todo por ti
mas yo no puedo ser lo que tú deseas;
solo soy un poeta que tiene amor,
que sabe del amor y no sabe ser amado
por tus dulces labios.
Estoy tan lejos de ti
y basta con que tú des un solo paso
para estar cerca de mí
y darme ese abrazo con esos besos
que siempre he esperado.
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