No creo en ángeles ni en demonios
pero creo en ti porque en tus palabras
no encuentro hipocresía que tanto temía.
Ateo confeso me considero,
No creo en dioses, santos ni milagros;
solo que cuando me hablas
me ilusionas más que un niño
cuando desea algo.
No sé que has hecho de mí,
soy un hombre incrédulo
y tú vienes para decirme
que Cupido existe… y te creo.
Me dices que el sol sale
en invierno para calentarnos
cuando nos besamos con pasión, y te creo.
Te creo cuando me hablas callada
con esos ojos preciosos
que me saben hipnotizar.
Te tengo fe en esta sociedad
tan hipócrita y malvada,
porque me hiciste creer
que el amor existe en nuestros besos,
deambula en nuestra caricias
y pernota en nuestro sexo y los gemidos de
ambos.
Eres mi fe porque me hiciste creer
que tenemos un futuro
que empieza hoy contigo.
Tus besos y tu amor, ese futuro quiero yo.
Llenaste mi cabeza de ilusiones,
yo llenaré tu casa de amor.
Eres mi fe, mi religión;
nuestro dios es el amor.
No me pidas que no peque
que lo haré mil veces,
porque el amarte me hace ya un pecador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario