Prometí no volver a amar,
una cicatriz tengo en la espalda;
por allí mi corazón sufrió cobarde traición.
Borré mi triste pasado pero no mis recuerdos
de días ebrios y lágrimas vanas.
Te encontré sin tener ánimos de buscar a alguien
en una mañana cualquiera, pero al saludarme,
hiciste especiales todos mis días.
Arranqué el corazón de mi pecho
para no sangrar más por dentro
y mi alma descanse en sosiego
entre mi razón y la lucidez
por siempre hasta mi deceso,
pero tú me robas miradas tiernas y lujuriosas.
Estar cerca a ti no puedo evitar
sentir deseos y sentimientos
que había dejado en el recuerdo.
Mis horas se paran y mis pensamientos
te viven en sueños, si no te veo un día
y te extraño a morir
aún cuando no quiero verte.
Estás en mis sueños,
comes de mi comida cuando estoy inapetente
porque solo tengo hambre de tus besos,
de tu amor y de tu carne.
Siento más amor por ti
que la autoestima de un don Juan,
que un creyente a su dios.
No me preguntes ¿Por qué?
El amor nunca fue sabio, solo da
y yo te doy todo de mi…. sin pensarlo.
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